El juez Santiago Inchausti procesó con prisión preventiva a un hombre oriundo de Paraguay que en 2018 había transportado 60 kilos de marihuana para abastecer a la "Banda de Cato".
Un hombre paraguayo de 31 años, que se mantuvo durante más de cuatro años prófugo, fue procesado por la Justicia de Mar del Plata por transportar 60 kilogramos de marihuana en un moderno automóvil.
Ángel David Mello Alfonzo (31) cayó en Asunción del Paraguay a fines del año último pero recién fue extraditado a Argentina por pedido del juez Santiago Inchausti en el mes de marzo. Ahora el mismo magistrado lo procesó con prisión preventiva por ser uno de los integrantes de la “Banda de Cato”, la organización narco liderada por Carlos “Cato” Giménez.
Mello Alfonzo había escapado en la madrugada del 28 de febrero de de 2018 cuando descargaba la marihuana en uno de los domicilios de Giménez. Tras un paciente seguimiento que incluyó escuchas la Policía Federal desplegó un operativo y detuvo a la mayor parte de los miembros de la banda, incluido “Cato” Giménez. Sin embargo, Mello Alfonzo y sus dos compatriotas que lo acompañaban lograron escapar por los fondos.
La historia por la que Mello Alfonzo está acusado “prima facie” de ser co-autor penalmente responsable del delito de transporte de estupefacientes, agravado por la cantidad de intervinientes se inició en el verano de 2018.
El 27 de febrero de ese año Mello Alfonzo iba a bordo del automóvil BMW X1 que atravesaba la autovía 2 de Buenos Aires a Mar del Plata con casi 60 kilogramos de marihuana oculto en su interior. Junto a él viajaban Luis Fernando Nuñez Ayala y Angel Custodio Nuñez Martínez, todos oriundos de Paraguay. El destino era una de las casas de Carlos “Cato” Giménez, un narco algo más sofisticado que un simple puntero barrial. Era más bien un distribuidor con base en Mar del Plata que se encargaba de abastecer el narcomenudeo de la periferia marplatense pero también la de algunas ciudades de la zona como Balcarce o Necochea. La transacción era por 400 mil pesos o 20 mil dólares de aquel momento, algo así como 10 millones de pesos de la actualidad.
Lo que ignoraban los transportadores paraguayos es que la Policía Federal estaba al tanto de esos movimientos y en un operativo relámpago se presentó en el domicilio de “Cato” para sorprenderlos mientras descargaban la droga. Mientras los policías intentaron asegurar el lugar, los tres paraguayos lograron escapar por los fondos, pero dejaron sobre el moderno automóvil todo aquello que podía identificarlos. Licencia de conducir, cédula de identidad, permisos de Migraciones para ingresar al país cuatro días antes, autorización de la firma Rieder como propietaria del BMW para conducirlo.
La Justicia Federal de Mar del Plata investigaba a la Banda de Cato y por eso, aunque no se desentendió de los paraguayos, puso el foco en lo conseguido. La detención de Cato Giménez, de varios miembros de la organización en allanamientos simultáneos, el principal de ellos en Génova entre Udine Bis y Pehuajó, destino de la camioneta. Los policías tuvieron que utilizar moladoras y otras máquinas de corte para desarmar el vehículo ya que tenía oculta la droga entre su carrocería.
El 13 de agosto de 2021 fue condenado Cato Giménez a 10 años de prisión, a Angel Brecciarolli a 4 años, a Maria Yarit Rueda Sánchez a 6 años, a Luis Nuñez Ayala a 4 años y 6 meses y a Nuñez Martínez a la misma pena. Los dos paraguayos tienen la sentencia firme, pero los demás apelaron.
No obstante quedó acreditado que había una organización familiar liderada por Cato Giménez y cuya actividad se constató entre agosto de 2014 a febrero de 2018. esa banda generaba mucha ganancia y la volcaban al negocio de los automóviles usados. De hecho en muchas operaciones la droga se pagaba con vehículos.
La familia Mariscal, el Grupo Binot y el fallecido Marcelo Roldán también eran proveedores de Cato, aunque en ese “trabajo” habían decidido bajar la droga directamente desde Paraguay.
Mello Alfonzo había ingresado al país a mediados de enero, el 19, procedente desde Brasil y tras atravesar el puente internacional Tancredo Neves se registró como turista. A Mello Algonzo lo atraparon recién el 26 de noviembre de 2022 gracias a que había una alerta de Interpol en Asunción del Paraguay, donde el Juzgado Penal de Garantías N° 3 hizo lugar al pedido de extradición.
Desde marzo se encuentra detenido en Argentina y ahora con la prisión preventiva permanecerá a la espera del juicio que le aplique o no una pena.